Se publica en el New York Times la noticia del suicidio de la jefa del departamento del Hospital NewYork-Presbyterian Allen, de la que también se han hecho eco medios de comunicación de nuestro país, como el diario El Mundo o el ABC. Al parecer, unos días antes de suicidarse había confesado a sus familiares que “no soportaba ver morir a tanta gente”. La pandemia por coronavirus está presentado desafíos inusuales para la salud mental de los sanitarios, especialmente aquellos que están en primera línea en las ciudades más azotadas por la crisis. Según Debra Kaysen, directora de la Sociedad Internacional de Estudios de Estrés Traumático, el grupo de mayor riesgo son los trabajadores de atención médica de primera línea, así como las personas que han perdido a algún ser querido. Estos profesionales suelen estar acostumbrados a responder a todo tipo de tragedias, pero rara vez tienen que preocuparse por enfermarse ellos mismos o por infectar a sus colegas, amigos y familiares o incluso tener que tratar a sus propios compañeros de trabajo. Por otro lado, se tienen que enfrentar a sentimientos encontrados, a veces difíciles de gestionar, como el de ser proclamados héroes y sentirse derrotados por esta enfermedad.